jueves, 3 de abril de 2008

El tronco anclado


Un tronco reposa anclado al fondo del lago, más firme que nadie, pues no hay ni habrá corriente que lo arrastre. Sólo la suave brisa riza la brillante lámina acuosa que aisla de tu mirada el secreto del fondo. Unas hojas de otoño se acercan curiosas al amigo tronco. Nadan ante tu atónita mirada. La foto no puede recoger sus movimientos, pero extrañas criaturas asoman sus cabezas, trepando por la vieja madera del tronco, para tomar el baño de los primeros rayos de sol. Son seres leñosos que se desplazan con movimientos vacilantes.
Nunca los habías visto antes, las hojas tampoco.

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