lunes, 5 de mayo de 2008

Arte efímero



Unos jóvenes artistas han plasmado su obra sobre unas rocas en la orilla de un río. El propio torrente les inspira y les nutre de todo lo que necesitan para su trabajo. La corriente arrastra cantos rodados y junto a ella encuentran restos de ladrillos de arcilla de distintas tonalidades, carboncillos de una fogata próxima, ...
Con esos elementos son capaces de organizar una exposición sorpresa al aire libre, sin horarios, y absolutamente impredecible. Impredecible en el espacio, pues no sabes dónde encontrarás la siguiente piedra decorada. Impredecible en el tiempo, ya que ignoras si la lluvia de la tarde o el rocío de la mañana borrarán su esfuerzo en las próximas horas. O si el sol de la primavera consentirá que otro fascinado paseante descubra tal vez pasado mañana tan fugaz estampa.

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