Este año ha sido posible para cualquier ciudadano navegar por el río Ebro a su paso por Zaragoza. Al margen de las polémicas disputas entre algunos políticos y ecologistas, la experiencia merece realmente la pena. La ocasión única de contemplar la ciudad desde un punto de vista al que no estamos acostumbrados nos permitirá descubrir nuevos y sorprendentes paisajes. Muy pronto va a terminar la actividad de estos Ebrobuses que han alegrado los paseos fluviales urbanos con sus llamativos colores y han ilusionado a gente de todas las edades con la idea de poder navegar, por primera vez en su vida, sobre las aguas del, como diría el patrón gallego de una de las embarcaciones, "Padre Ebro".
Hace 1 año
Un paseo muy recomendable. Muy buenas fotos. Bs
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