Las imágenes corresponden a una auténtica joya del románico europeo. Labrada en piedra blanca, esta iglesia del siglo XII nos cuenta historias de apóstoles, de obispos... y sobre todo nos ofrece una faceta original del arte de aquella época.
En las noches de verano la piedra blanca y las originales esculturas de su fachada se transforman y convierten en un auténtico retablo policromado que nos permitirá contemplar el conjunto desde un punto de vista completamente diferente.
El interior del templo merece también una reposada visita.
Como pista para los más curiosos añadir que esta "colegiata" se edificó siguiendo los modelos de la catedral de Angoulême, y que en su fachada se encuentran las figuras de los Obispos San Hilaire y San Martin.
¡Ánimo y a buscar en la red!
Y si alguien no lo encuentra, ya sabe... ¡ a preguntar!
En las noches de verano la piedra blanca y las originales esculturas de su fachada se transforman y convierten en un auténtico retablo policromado que nos permitirá contemplar el conjunto desde un punto de vista completamente diferente.
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